Un equipo con mucha historia
El Club Patín Cibeles ha marcado un hito en el deporte asturiano y el nombre deportivo CIBELES, será siempre patrimonio del hockey sobre patines de nuestro Principado.
El historial desarrollado durante cincuenta años es tan extenso y brillante, que difícil sería encajarlo completo en nuestra página, por lo que, iremos narrando a vuelapluma, los hechos más sobresalientes de tan largo periodo de tiempo, incluyendo nombres de algunas personas, pero como decimos, sin poder referirnos a tantos y tantos personajes, todos ellos partícipes de la historia de nuestro Cibeles.
Aconsejaríamos a aquellos aficionados que no tengan en su poder el magnífico libro REGIOS PATINES, que procuren adquirirlo y así podrán tener un recuerdo estupendo del equipo, desarrollado magníficamente por los periodistas Adolfo Casaprima, Chema Feito, José María Felgueroso y Ramón Pardo, con detallado informe escrito y gráfico del historial cibelista, de forma cronológica y fidedigna, editado en una cuidada presentación.
El Club Patín Cibeles se fundó en la temporada 1053-54 por un hombre entusiasta de nuestro deporte y que no dudó en acceder a la formación del club a petición de un grupo de jugadores procedentes del Juventud que desaparecía por entonces. Aquel grupo de jugadores y que formarían en el equipo fundador eran Manolo Monte, Ramón Arenas, Lalo Covisa, Guillermo Muñoz (Mitos), Máximo Fonseca, Gonzalo Villa, Armando Álvarez y Pepín Moreno. Este último era hijo del fundador, que no fue otro que D.Tomás Moreno, mecenas y artífice del club, que no regatearía ni entusiasmo ni aporte económico para ayudar a éste grupo de chavales, entre los que se encontraba su hijo Pepín Moreno que, con el tiempo, se convertiría en una de las figuras más destacadas del hockey asturiano. Fue un verdadero maestro de su tiempo, un jugador que podríamos considerarlo, como el deportista completo en ésta especialidad.
Puede decirse que, Don Tomás Moreno, empresario de mucho prestigio, se constituiría en pionero de poner la empresa al servicio del deporte, lo que se viene demostrando a través del tiempo; que ello, no solamente es rentable para el deporte, si no también, para la propia empresa.
Puede decirse que el debut del equipo, tuvo lugar en León del día 24 de junio de 1954, Coincidiendo con las fiestas de San Juan se jugó en plena calle Ordoño un partido a doble vuelta en dos jornadas contra el Liceo de Burgos. El primero, lo perdió el Cibeles por escaso margen, quizás debido al cansancio propiciado por un viaje cargado de peripecias. (Los viajes no eran como ahora…) La revancha vendría al día siguiente, en un partido en el que arrollarían al equipo castellano, ganando por amplio margen.
Este equipo, con algunos jugadores nuevos de la cantera que se fueron incorporando, tales como Mamel, Cárcaba, Mier, Fraile, Laca, etc.etc, fue participando en diferentes temporadas con notoria calidad, siendo indiscutible campeón de Asturias en diferentes ocasiones y participando en los Campeonatos de España con resultados sobresalientes, siempre dejando los lugares de privilegio a los equipos catalanes que, por aquel entonces, tenían la hegemonía de éste deporte, aunque ,en no pocas ocasiones, se verían sorprendido con resultados adversos ante el equipo de Oviedo. Los campeonatos de España se jugaban entre los equipos clasificados en una misma localidad por el sistema de liga. El Cibeles jugaba en Segunda División, ya que la primera estaba compuesta por los equipos punteros catalanes y ascender era sumamente difícil, ya que los equipos llamados “ascensor”eran de aquella región.
La Liga Norte, era la zona en la que competía el Cibeles previamente, para clasificarse para el Campeonato de España, quedando campeón de la misma en diferentes ocasiones.
En éste largo paréntesis de la primera década del club, abría que nombrar a diferentes directivos, entrenadores, jugadores etc. pero como decíamos al principio, estarán todos representados por tres personas ya desaparecidas que cumplieron su cometido con el mayor entusiasmo. Fueron Don Manuel Pérez (Presidente), Eugenio Martínez que hizo las funciones de Presidente al tiempo que magnífico masajista y José Antonio Díaz (El Chato) ,que fue durante muchos años un gran mecánico, un verdadero estratega al que consultaban los entrenadores , la cordialidad en persona y amigo entrañable de todos. Con perdón de otros que no enumeraré por lo que ya les dijimos, no puedo por menos que recordarme de José Luis Barcia, gran persona de lo mas servicial y que desempeño las funciones de practicante y masajista. Para todos, para los nombrados y los no mencionados, el agradecimiento y recuerdo de un cibelista que tuvo la dicha de poder vivir con ellos aquellos momentos.
En la década de los años sesenta, la Federación Española de Patinaje hace un reajuste de las competiciones, suprimiendo la segunda división y dejando solamente Primera División y División de Honor. Por tanto el Club Patín Cibeles jugaría las competiciones oficiales en la división primera con buenas clasificaciones en los Campeonatos de España, pero sin conseguir el ascenso .En el año 1966 Luis Fraile que demostró siempre su gran pundonor en la zaga del equipo; fue distinguido con la insignia de oro del club por su magnífico comportamiento. Así mismo, unos años mas tarde, en el 1969 la Federación Española de Patinaje impone la misma distinción a Juan Alberto al proclamarse Campeón de Europa Júnior con la selección española. Hay que tener en cuenta, que era el primer jugador internacional no catalán que se alineaba con España.
Al principio de de estos años sesenta, la Federación Española concede al Cibeles el diploma al mérito deportivo; pero con todo y con eso ya entrados en los años setenta, el club experimenta una seria crisis en su seno que, a punto estuvo de llevarle a desaparecer. Joaquín Cárcaba, aparte de ser un extraordinario jugador-fue distinguido como mejor deportista asturiano- pero aparte de ello, de ser un jugador excepcional, como decimos, era un hombre que sentía al Cibeles dentro y fuera de la pista. Por ello ante el peligro que se cernía sobre el equipo de sus amores, se movió lo indecible en busca de soluciones y al final las encontró de la siguiente forma. Propuso a Armando Álvarez que se hiciera cargo del club como presidente. Armando, que ya había dejado toda actividad hockeística desde hacía varios años, ante el gran poder de convicción de Joaquín y porque también seguía llevando el coquillo del Cibeles dentro, aceptó ésta responsabilidad.
A partir de entonces, hubo unos cambios notables en la dirección del club. En principio, se separó al equipo de cualquier vinculación con la administración de la propia fábrica. Se organizó una Junta Directiva con personas de reconocida valía y se presentó un presupuesto de gastos que la dirección de la empresa habría de aprobar si era correcta y desde ahí ,toda la responsabilidad era de la directiva del club. La cosa empezó a funcionar y desde entonces, puede decirse que se inició una segunda etapa del Club Patín Cibeles y en donde coincidieron los mayores éxitos deportivos.
En el año 1974 se asciende a la División de Honor, celebrándolo la ciudad por todo lo alto, puesto que, no en vano, era el primer equipo no catalán que lo conseguía, formado exclusivamente por jugadores asturianos.
Al año siguiente, se inaugura el Palacio Municipal de Deportes y en la pista de éste hermoso coliseo deportivo ovetense, el equipo carbayón conseguiría las mayores proezas de su brillante historial.
El Cibeles, con una plantilla de jugadores extraordinarios que no enumeraré para no olvidarme de alguno y bajo la batuta técnica del llorado Andrés Caramés, se consiguieron cotas tan importantes, como la consecución del Campeonato de España, la Copa de Su Majestad el Rey, en el año 1980, con la victoria en la final de Salamanca por un contundente 4-0 ante un poderosísimo C.F.Barcelona. Toda una proeza televisada para toda España y que aún hoy, después de veinticinco años, continua en el recuerdo de todos.
Constituyó un hecho social de enorme trascendencia. Tanto es así que, los ecos de este triunfo llegaron hasta Argentina y del Centro Asturiano de Buenos Aires llegó una invitación para hacer una gira a aquel país, en donde disputaría el Cibeles partidos en las localidades de San Juan, Mendoza ,Mar del Plata para disputando el ultimo encuentro en la ciudad porteña ,contra el San Lorenzo de Almagro. El Club Patín Cibeles era la primera embajada deportiva de Asturias que acudía a aquellas tierras y el recibimiento por nuestros paisanos fue inenarrable. Es de reseñar el gran comportamiento de José Antonio Nespral, presidente del Centro Asturiano de Buenos Aires que fue todo atenciones para nuestra embajada deportiva .Hubo un acto entrañable en la finca de Vicente López, club de campo del centro, donde se plantaron 3 manzanos llevados de Asturias por el gran Servando, que es otro de los personajes ya desaparecidos y cuyo nombre figurará siempre con letras de oro en la historia del club. Cubiertos con monteras piconas y entonando el Himno de Asturias, las lágrimas cubrieron los rostros de los allí presentes.
En una singladura deportiva de medio siglo, hay infinidad de anécdotas, episodios reseñables, hitos deportivos y múltiples secuencias que merecen ser reseñadas, pero como decíamos al principio, por mucho que se comprima esta crónica, siempre faltarán hechos que merecerían ser enumerados, personas relevantes que se debería nombrar y recuerdos que también son parte de la historia .Por ello, pedimos perdón, ya que nuestro deseo, sería no dejarnos nada en el tintero, pero como decimos, esto sería imposible.
Dejaremos al Club Patín Cibeles en los actos de sus Bodas de Oro con el deseo de que prosiga la continuidad de la brillante ejecutoria, salvando adversidades transitorias, sin que se pierda nunca ese espíritu cibelista, que tanta gloria dio a Oviedo y todo Asturias.
En esta página de la Asociación de Amigos del Cibeles, estarán siempre presentes, todos los amigos que ya no están entre nosotros, pero que fueron partícipes de un historial deportivo ejemplar.